miércoles, 29 de abril de 2020

Cómo evitar ser engañado en esta pandemia

Fake news, teorías conspirativas, propaganda política, medios de comunicación comprados y una larga lista de etcétera es lo que leemos, vemos y escuchamos recurrentemente en este estado de confinamiento, para muchos es sumamente difícil discernir, analizar o evaluar todo lo que escuchan, o leen. Y es que cada articulo que leemos no deja de ser sesgado hasta cierto punto, cada persona que emite una opinión no deja de tener una inclinación política o religiosa con la cual pretende convencernos de que su punto de vista es el correcto. Para evitar ser engañados tenemos que tener en cuenta varias cosas que son muy importantes, dos cosas que podríamos considerar son: Que podríamos estar autoengañándonos, y lo otro sería identificar cual es nuestra cosmovisión.El autoengaño es tan peligroso que tú al leer esto podrías estar de acuerdo, al mismo tiempo que sostienes creencias falsas y eres incapaz de identificarlas, por otro lado la cosmovisión consciente es aquella que tú la reconoces en tu vida y reconoces sus fundamentos los cuales son los que te permiten evaluar una situación, en este caso, la situación que vivimos con la actual pandemia.

Cosmovisiones hay muchas, tenemos la cosmovisión cristiana, existen también cosmovisiones marxistas y neo-marxistas, naturalistas, etc. Obviamente a la hora de evaluar una situación 'x', se debe recurrir al fundamento, a los principios o axiomas de tu cosmovisión, al mismo tiempo debes de evaluar desde qué cosmovisión se emite una determinada opinión, por ejemplo, si viene de una figura política, seguramente su opinión viene determinada por su cosmovisión , por lo tanto tratará de meter los hechos si fuere necesario a la fuerza para que encajen en su visión ideológica de las cosas. Reconocer nuestra cosmovisión es un paso importante para determinar que tan viable o sesgado es nuestro análisis de las cosas, para reconocer nuestra cosmovisión es importante hacernos preguntas tales como,  ¿qué criterio utilizo para evaluar lo bueno y lo malo, lo moral y lo ético?, ¿qué significa la política y el dinero para mí y de dónde viene esta definición?, ¿qué es el ser humano?, ¿quién define su valor y su identidad?, ¿qué principios son los que me dirigen a la hora de tomar una decisión, sea cual sea, sea importante o casual?, etc. El reconocer conscientemente nuestra cosmovisión nos podría salvar del autoengaño, aunque todavía habría que definir o evaluar si tenemos razones para creer que nuestra cosmovisión es verdadera, para eso nuestra cosmovisión tendría que probar que es coherente y que provee respuestas satisfactorias y que se corresponden con la realidad.


Por último, estudiar lógica, sobretodo estudiar las falacias, hoy en día se dicen muchas falacias en los medios de comunicación y redes sociales y es muy importante reconocerlas porque esto nos evitará creer cualquier cosa que leemos, tenemos cientos de noticias y las unas se contradicen con las otras, un buen ejercicio de lógica eliminará aquella información que no es lógicamente válida, que no es deductiva, un buen ejercicio de lógica permitirá también establecer cuales son los puntos en los que hay consenso y comenzar a armar un caso a partir de ahí, por ejemplo hay puntos en los que existe un amplio consenso, como por ejemplo que la economía se está viendo afectada, que no se puede viajar, que el virus comenzó a darse a conocer al mundo desde Wuhan , etc. Aun podríamos navegar más profundamente y darnos cuenta que estamos ampliamente de acuerdo en que existen algo a lo que llamamos 'enfermedades', etc.

Estos son solamente unos tips por donde puedes comenzar tu búsqueda, obviamente yo tengo mi teoría solida acerca de los hechos, particularmente desde mi cosmovisión cristiana, tengo mis razones para considerarla verdadera, y cada comentario o afirmación, sea lógica, científica o filosófica tiene su fundamente en el axioma cristiano, ahora te lanzo el reto a ti ¿desde qué flanco estás evaluando esta situación?

-Eduardo


domingo, 19 de abril de 2020

El mundo que nos espera

Estamos viviendo tiempos únicos, cosas que solo las habíamos visto por la televisión, se escuchan muchas voces importantes, se escuchan muchas teorías acerca del origen de este virus, pero también se escuchan muchas teorías acerca del destino de nuestro mundo. Sin duda, hemos visto países enteros fracasar por no haber tomado medidas a tiempo, también hemos visto países que se han enfrentado a esta pandemia de una mejor manera y que nos han dejado un ejemplo a seguir. Sin embargo, a nivel general, podemos decir que hemos retrocedido, lo hemos hecho en salud por supuesto, en economía, en libertades, y en muchas otras áreas, y esto,a pesar de que haya países que lo han hecho bien, porque el mundo es uno solo, y dependemos de relacionarnos los unos con los otros, los países se necesitan el uno del otro, he ahí la importancia de que salgamos de esta crisis.

El fracaso, ya algunos cómo el filósofo Zizek, se lo ha atribuido al capitalismo, dando a entender que el mundo que nos espera estará sumido en un oscuro comunismo, otros como el filósofo Byung Chul Han, dicen que el virus no puede hacer la revolución y que el capitalismo resurgirá. A decir verdad, el fracaso y el destino van aún más allá, países con mayor índice de libertad económica han salido mejor parados de esta crisis, por el momento, pero también países con economías intervenidas han hecho un buen trabajo en enfrentar al virus. Esto no deja en claro si un sistema deberá "imponerse" por sobre el otro porque esté comprobado que sea eficaz en tiempo de crisis, también hemos visto fallar a ambos sistemas en diferentes países, sobretodo por las malas decisiones de sus líderes.

Lo que se viene para el futuro no es nada agradable, actualmente la crisis sigue dividiendo a la humanidad, y los estados están creciendo y obteniendo más poder, la información propia que da la OMS acerca del virus tiene huecos, muchos países no están siendo transparentes, y a esto hay que sumarle que en un futuro el estado demandará el tener aún más control sobre nosotros. El trabajo y el distanciamiento social son dos cosas que no terminan de encajar, y nadie garantiza que esto se pueda estabilizar pronto. No es fácil lo que se viene, pero toca enfrentarlo.


jueves, 16 de abril de 2020

Otro día soleado

Pues aquí estamos, un día soleado más, y aún encerrados en casa, el tiempo a ratos parece ir rápido, pero más frecuentemente se siente muy lento. La incertidumbre que siento es grande, es decir, el número de contagios acá donde vivo (Bélgica) se mantiene bastante estable, no hay disminución considerable, aunque al mismo tiempo sé que esto depende mucho de la cantidad de test diarios que se hagan, pero aun si los contagios disminuyeran y se contemplara hacer vida 'semi-normal', cabe preguntarse, ¿Es que eso no lanzaría nuevamente la bomba de contagios?,a mí me parece que sí.

Sin duda son momentos difíciles, los gobiernos en su mayoría no saben qué hacer y se están dedicando a improvisar sobre la marcha, llegará el día en que todo esto haya pasado y sin duda volveremos a ver el sol, hasta entonces todavía toca ser prudentes, cuidarnos mucho y cuidar a quienes amamos.

lunes, 13 de abril de 2020

Acerca del origen del coronavirus



Mucho se ha especulado acerca del origen del coronavirus, estando acá en mi casa confinado he tenido el tiempo de investigar no solo aquellas teorías plausibles acerca del origen, sino también aquellas teorías conspiranoicas, sin duda hay algunas que llaman la atención por su plausibilidad, sin embargo no dejan de ser en la gran mayoría de casos un deseo motivado por alguna ideología política. Así es, al parecer la política sigue jugando un papel importante en esta crisis, pero no me estoy refiriendo únicamente al papel que han desarrollado los partidos políticos en la gestión de esta crisis (En su mayoría mala gestión por cierto), sino a cómo la ideología política influye en el ciudadano de a pie a la hora de repensar esta crisis.


Nosotros como personas siempre estamos debatiendo y argumentando, algunos conscientemente y otros de forma inconsciente, en momentos de crisis miramos una oportunidad muchas veces no para la autocrítica sino para buscar culpables y/o responsables. Esto es lo que ha ocurrido en la crisis del coronavirus, la lucha izquierda/derecha, capitalismo/comunismo, religión/ateísmo, etc. ha salido a la palestra, y en nuestro deseo de ver como ganador a nuestra ideología o filosofía inventamos teorías, o simplemente mostramos un panorama sesgado a la hora de exponer nuestras ideas.

Esto nos ha llevado a crear teorías conspiranoicas, en las cuales salen desfavorecidas las personas o entidades que casualmente representan aquellos ideales contrarios al nuestro, deseamos fervientemente que el culpable sea aquel que representa todo en contra de lo que luchamos en las redes sociales, y esto es un impedimento a ver la realidad de las cosas, y sobretodo es un impedimento a la búsqueda de la verdad y de soluciones a esta crisis.

Esto no es nada nuevo, ya en la época de la peste negra se buscó culpar a los judíos rápidamente de la crisis, no porque existieran evidencias, sino porque existían sesgos, la humanidad al parecer ha cambiado poco desde entonces, quiera Dios que con esta crisis aprendamos algo, aunque aun no se observa con claridad que hayamos tomado el buen camino.